El sistema digestivo, también conocido como sistema gastrointestinal, es la serie de órganos que nuestro cuerpo utiliza para descomponer los alimentos, absorber nutrientes y excretar desechos. Los alimentos proceden de la boca, bajan por el esófago, pasan por el estómago y desde el intestino delgado hasta el intestino grueso antes de ser excretados. La palabra "colorrectal" se refiere a dos partes del intestino grueso: el colon y el recto. Esto significa que “cáncer colorrectal” incluye tanto el cáncer de colon como el de recto.
La pared del intestino grueso está formada por varias capas de tejido. El cáncer colorrectal generalmente comienza cuando las células de la capa más interna se multiplican sin control y crecen hacia afuera a través de las otras capas. Estas otras capas contienen vasos sanguíneos y linfáticos. Cuando el cáncer crece dentro de estos vasos, el cáncer puede propagarse a otras partes del cuerpo.
El cáncer colorrectal se desarrolla como resultado de cambios en el material genético dentro de las células colorrectales. Estos cambios dan como resultado el patrón de crecimiento y división celular característico del cáncer colorrectal. Aunque la mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal se asocia con los siguientes factores, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, en la mayoría de los casos, los médicos y científicos todavía están tratando de determinar qué causa el desarrollo del cáncer colorrectal:
La detección del cáncer colorrectal comienza con exámenes de detección periódicos. La “detección” implica buscar cáncer y cualquier crecimiento precanceroso, como pólipos, en personas que pueden parecer sanas. Un pólipo colorrectal es un crecimiento anormal de tejido en el revestimiento interior del colon o del recto. La detección periódica es importante porque permite lo siguiente:
Las personas con mayor riesgo de cáncer colorrectal deben decidir con su médico cuál es el plan de detección más adecuado para ellas.
Lo siguiente puede ser indicativo de cáncer colorrectal pero también puede ser indicativo de otras enfermedades:
Es importante que informe a su médico si presenta alguno de estos signos y síntomas, para que pueda determinar su causa y planificar el tratamiento, si es necesario.
La “estadificación” ocurre cuando un médico realiza pruebas y escanea los resultados para determinar qué partes del cuerpo están afectadas por el cáncer, en este caso, el cáncer colorrectal. La estadificación es importante porque las diferentes etapas del cáncer colorrectal se abordan mejor con tratamientos que pueden diferir en cantidad, combinación o tipo. Según el Comité Conjunto Estadounidense sobre el Cáncer (AJCC), las etapas del cáncer colorrectal son las siguientes:
Etapa 0
Esta etapa es la más temprana del desarrollo del cáncer colorrectal; el cáncer no ha crecido más allá del revestimiento más interno del colon o del recto.
Etapa I
Esta etapa describe el cáncer colorrectal que ha crecido a través del revestimiento más interno del colon o del recto, pero que no se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos ni a partes más distantes del cuerpo.
Etapa II y III
El cáncer se ha diseminado y puede afectar a una mayor parte del tejido circundante, puede afectar a los ganglios linfáticos cercanos o puede haberse diseminado tanto a los ganglios linfáticos circundantes como a otras partes cercanas del cuerpo.
Etapa IV
En esta etapa, el cáncer se ha diseminado a partes del cuerpo distantes de donde comenzó, como diferentes sistemas de órganos. Estos sistemas pueden incluir los huesos, los ganglios linfáticos distantes, el hígado o los pulmones.
El tratamiento del cáncer colorrectal, según el estadio y el tipo, puede incluir quimioterapia, radioterapia y/o cirugía. Estos tratamientos se pueden utilizar individualmente o en combinación según las recomendaciones de su médico. Es importante analizar todas sus opciones de tratamiento con su médico para ayudarlo a tomar la decisión que mejor se adapte a sus necesidades. Algunos factores importantes a considerar al decidir sobre un plan de tratamiento para el cáncer colorrectal incluyen:
Es posible que sienta la necesidad de tomar una decisión rápida, pero es muy importante hacer preguntas si hay algo de lo que no esté completamente seguro. Es muy importante que usted y su médico se comuniquen y trabajen juntos para sopesar los beneficios de cada opción de tratamiento frente a los posibles efectos adversos para, en última instancia, determinar qué opción de tratamiento es mejor para usted.
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